Si tu referente del BDSM es Cincuenta sombras de Grey, es hora de hacer reset
Podemos afirmar, sin miedo a equivoc...
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Si tu referente del BDSM es Cincuenta sombras de Grey, es hora de hacer reset
Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que el 2015 fue el año en el que el BDSM se volvió popular. Mientras en las discos bailábamos Uptown Funk, en las salas de cine de Estados Unidos cada siete segundos se vendía una entrada para ver Cincuenta sombras de Grey. La historia de “amor” entre Ana Steele, una universitaria en prácticas tímida e inexperta, y Christian Grey, un alto ejecutivo que quiere poseerla y dominarla sexualmente, fue vista por tres millones de personas en las salas de cine de todo el mundo y aún se sigue viendo en las plataformas de streaming.
La cuestión es que el fenómeno Grey despertó el interés de muchas personas que nunca se habían planteado probar las prácticas sexuales que engloban el BDSM. Sin embargo, tanto la trilogía como las películas, fallan estrepitosamente en representar la realidad de esta práctica y dan un mensaje muy erróneo de lo que verdaderamente es.
Antes de seguir, tenemos que dejar un par de cosas claras: primera, no todas las prácticas sexuales de BDSM tienen que ver con el dolor y segunda, el consentimiento explícito y entusiasta siempre tiene que estar presente en el sexo, da igual si es sexo kink, vainilla (como se conoce en este mundo al “sexo tradicional”) o si son las dos últimas personas en la faz de la Tierra.
¿Qué es, de verdad, el BDSM?
Los juegos BDSM son una serie de deseos sexuales y fantasías eróticas que implican un intercambio voluntario y consensuado de poder entre dos o más personas para crear tensión sexual, placer y, en ocasiones, dolor. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la experiencia emocional en el BDSM es tan importante como la física. Al final, el BDSM es experimentación con los cuerpos; pero, sobre todo, se basa en el amor, la confianza, el respeto y el placer mutuo, aunque exista la falsa creencia de que es todo lo contrario.
El BDSM es un acrónimo, y sus siglas abarcan una gran cantidad de prácticas sexuales que se fundamentan en una o varias de las subculturas siguientes:
Bondage: práctica sexual basada en la inmovilización del cuerpo de una persona a través de ataduras. Las ataduras pueden hacerse en todo el cuerpo o solo en alguna parte, y se puede utilizar cualquier tipo de material para hacerlas, aunque lo más común son cuerdas, cadenas, telas, esposas o cintas adhesivas.
Disciplina: se basa en las prácticas de “adiestramiento”, es decir, cualquier actividad en la que la persona dominante establece unas reglas de comportamiento que la persona sumisa tiene que obedecer. Si estas reglas se rompen, se infringe un castigo por no comportarse como es debido.
Dominación / sumisión: el placer viene dado del control que una de las personas involucradas ejerce sobre la otra. Este control se expresa en mandatos, prohibiciones y órdenes. Sin embargo, la dinámica de poder es una ilusión del juego, ya que, al fin y al cabo, la persona sumisa es quien tiene más control porque establece los límites. El contacto físico no es absolutamente necesario, esta práctica puede darse en el contexto de una llamada o mensajes.
Sadismo / masoquismo: práctica en la que se obtiene el placer de recibir o infligir dolor, sea físico (cera caliente, azotes) o mental (humillaciones). La persona que inflige el dolor es la sadista, y la que lo recibe es la masoquista, de ahí el nombre. No obstante, es muy común que se intercambien los roles.
El BDSM floreció en el siglo XVIII, cuando algunos burdeles europeos comenzaron a especializarse en contención, flagelación y otros castigos que las mujeres, adquiriendo el rol de dominantes, imponían a los hombres sumisos. Como curiosidad, añadir que, en 1791, el filósofo francés Marqués de Sade publicó la novela Justine, que incluía escenas eróticas de azotes, pinzas en los pezones y restricciones, bautizando así este tipo de prácticas bajo el nombre de sadismo. Lo mismo ocurrió casi un siglo después, cuando Leopold von Sacher-Masoch publicó Venus In Furs, un libro sobre la sumisión sexual masculina que dio nombre al sadomasoquismo.
Bases y roles del BDSM
A menudo, aunque no siempre, la práctica del BDSM implica un juego de rol y de poder en el que una de las personas participantes adquiere el papel de dominante, y la otra (u otras) asume el papel de sumisa. Normalmente, las personas a las que les gusta la dinámica dominación/sumisión suelen sentirse más cómodas o bien teniendo el control, o bien obedeciendo, pero también hay quienes van cambiando. Si te estás planteando iniciarte en este tipo de juegos sexuales, tienes que reflexionar sobre lo siguiente: ¿qué te gustaría más? ¿La idea de que te aten y obedecer a la otra persona? ¿O, por el contrario, ser tú quien da las órdenes?
En el BDSM es muy importante estar abiertx a nuevas experiencias y a renunciar al control. De hecho, es un espacio seguro en el que hablar de los deseos y fantasías sexuales, experimentar nuestras preferencias y nuestros límites, motivo por el cual la confianza y el respeto mutuo son fundamentales. A continuación, te especificamos mejor en qué consiste cada rol:
Rol dominante: es quien toma la responsabilidad sobre la otra persona (sumisa). Actúa de acuerdo a su voluntad y deseo.
Rol sumiso: bajo este rol, la persona queda a merced de la voluntad del rol dominante. En su papel obedece y se deja llevar, a la vez que pone los límites porque es quien indica la intensidad, forma y nivel del juego (puesto que siempre se trata de una sumisión voluntaria y consensuada).
Switch: persona que disfruta desarrollando ambos roles.
La comunicación es esencial
Contrariamente a lo que mucha gente puede pensar, las parejas o grupos sexuales que practican BDSM se cuidan muchísimo (tengan el papel dominante o sumiso), ya que el confort y la seguridad de todas las personas implicadas son una prioridad. De hecho, en el BDSM se habla de las siglas SSC, en referencia a unas prácticas seguras, sensatas y consentidas. Por este motivo, hay un protocolo a seguir una vez decidido quién interpretará cada rol, que consiste en escoger un nombre, hacer un contrato y elegir la palabra de inicio y de final del juego.
Pasos a seguir antes de empezar a jugar
Decidir el rol
Para saber qué rol quieres desempeñar en el juego, es imprescindible el autoconocimiento y la honestidad y explorar las propias inquietudes, gustos, preferencias y límites.
Escoger un nombre
Es importante ponerte un nombre, como si fueras un personaje de una película. Al pronunciarlo, sabrás que estás jugando y facilitará el hecho de separar el juego de la realidad, lo que es muy recomendable.
Hacer un contrato
Es una parte esencial del BDSM. Forma parte del juego y recoge los límites y pactos acordados mutuamente, así como los deseos. Dentro de los límites, se especifican aquellos que son negociables y los que son infranqueables. Es la forma mediante la cual todo queda claro para ambas partes y se asume el compromiso de cumplimiento, dando seguridad a las prácticas.
Establecer una palabra de inicio y final del juego
Conviene prestar atención a la hora de decidir la palabra que inicia y la que detiene el juego (palabra de seguridad). Es importante escoger una palabra fácil de recordar, sencilla, para que se detenga el juego de manera inmediata. Hay que pensar de forma creativa, puesto que utilizar palabras convencionales del tipo “para”, “basta” o “no”, puede invitar a error y cortar el juego en el mejor momento. Tampoco es recomendable escoger una palabra que se utilice normalmente en el contexto sexual, como, por ejemplo: “pecho”, “pelo” o “culo”. Sugerimos palabras como “rojo”, “fuego”… Estas palabras funcionan como una claqueta de cine “Acción” y “Corten”, por ello contienen el control del juego. Al pronunciar la palabra de seguridad, el juego debe detenerse de inmediato.
Sin consentimiento, no es sexo
En cualquier práctica sexual, sea propia del BDSM o no, el consentimiento explícito y entusiasta tiene que estar presente. En el sexo tiene que haber consentimiento por todas las partes. Si no hay consentimiento, no es sexo. Es abuso, violación. Lo peligroso del ejemplo de Cincuenta sombras de Grey es que el tema del consentimiento es ambiguo a pesar de la trama del contrato: Christian le pide a Anastasia que firme un contrato de sumisión y, mientras Anastasia le pide tiempo para pensárselo, este la coacciona para que sea su sumisa. Ana accede, sin poder establecer sus propios límites, y acepta hacer lo que le propone Christian; no porque ella quiera hacerlo, sino por miedo a perderle, por vergüenza o por complacerle. Y esto no es consentimiento, es coacción. Es precisamente por esto que Cincuenta sombras de Grey falla estrepitosamente en la representación del sexo BDSM, ya que en la realidad de este mundo la coacción no es bienvenida.
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Apaga el piloto automático: consejos para saborear cada momento de tu práctica sexual
Vivimos en la era de la so...
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Apaga el piloto automático: consejos para saborear cada momento de tu práctica sexual
Vivimos en la era de la sobrestimulación, una era en la que recibimos de forma constante bombardeo de notificaciones y en la que estamos siempre en conexión con lo que ocurre en todo el mundo. Esto nos provoca distracciones, ansiedades y estrés. Lidiar con tal cantidad de estímulos satura a cualquiera, y más a nuestra libido. Nuestra intimidad se ha separado del aquí y el ahora. Parece que la búsqueda de conexión sexual y satisfacción se desarrolla con más frecuencia en las pantallas que en nuestros cuerpos, ya sea a través de aplicaciones, redes sociales, sexting o pornografía.
Es algo que nos ocurre en todos los aspectos de nuestra vida, por esta razón mucha gente se refugia en la meditación para frenar y volver a ser conscientes de lo que les rodea. La revolución en medios sobre este concepto es algo de este mismo siglo, surgió a partir de un especial del magazín Time llamado The Mindful Revolution. El artículo fue el pistoletazo de salida definitivo para el mindfulness, pero ¿sabías que esta práctica tiene su origen hace unos cuatro mil años? Los brahamanes (sacerdotes hindúes) tenían que memorizar cientos y cientos de escrituras. Para lograrlo necesitaban una capacidad de concentración única, sin distracciones. Este duro trabajo supuso el principio de la meditación que se practica hoy en día y que es la base del mindfulness (atención plena). El profesor de medicina Jon Kabat-Zinn se percató de su utilidad, llevándolo al terreno de la psicología conductual. Con su trabajo demostró, por ejemplo, que las recaídas en depresiones disminuían un 50% tras usarlo como terapia “novedosa”. Enseguida se puso en práctica en consultas psicológicas de todo el mundo, y la historia llega hasta hoy.
La práctica del mindfulness se centra en el Ahora, con mayúsculas, para que dejes de juzgarte y puedas disfrutar más y mejor de las pequeñas cosas del día a día. Se ha demostrado su eficacia contra el estrés, el insomnio, los ataques de pánico; sirve para todo esto y mucho más, y también se puede aplicar al sexo. El mindful sex (sexo consciente) es la aplicación de técnicas de mindfulness en la práctica sexual. Se trata de un grandísimo aliado para volver a disfrutar plenamente del sexo y conseguir grandes resultados en terapias sexuales. Visto así, el sexo también puede ser una forma de meditar.
La práctica del mindful sex tiene como objetivo que dejes de lado el piloto automático durante el sexo y vuelvas a disfrutar cada parte del placer sexual, empezando por el autocuidado y el redescubrimiento de tu cuerpo y utilizando la respiración como ancla para volver al aquí y el ahora si tus pensamientos te llevan hacia otro lugar. Se trata de una poderosa herramienta para dejar de juzgarte durante cualquier práctica sexual, con la que puedes descubrir una forma de placer mucho más consciente y plena.
Esta práctica tiene muchos beneficios y aquí te queremos explicar unos pocos:
Conecta contigo y/o con tu pareja
Practicar mindful sex te permite centrarte en todos los aspectos del encuentro sexual, sin estar pensando en otras cosas. Te ayuda a volver a conectar con tu cuerpo y luego con el de tu pareja, si lo deseas, construyendo un lugar y un espacio para ir sin prisas y poder desconectar del mundo disfrutando del sexo lento y consciente. Dejarás de lado tus expectativas para saborear el placer en todas sus facetas.
Encuentra el punto medio entre “deseo y placer”
El deseo son las expectativas, imaginar, fantasear, y es sinónimo de velocidad y ritmo. Este deseo nos puede llevar a la frustración si no conseguimos lo que deseamos. En cambio, el placer es gozar de los 5 sentidos; escuchar, sentir, disfrutar de las sensaciones del momento presente, dejarse fluir... Esto va muy de la mano con la calma y la lentitud. Si vas demasiado despacio, el acto puede acabar en solo cariño y si vas demasiado rápido puede generar frustración. La práctica del mindful sex está aquí para equilibrar la balanza.
Ayuda a tratar dificultades sexuales
Es más común de lo que pensamos pasar por dificultades sexuales como la dificultad de controlar la erección o la eyaculación o la imposibilidad de llegar al orgasmo. El mindful sex aporta un cambio de paradigma a nuestra sexualidad y puede ser de gran ayuda. Deja de lado la idea preconcebida de que el sexo tiene que ser algo rápido y genital, ese fast food sexual que no nos deja estar presentes. Uno de los grandes enemigos del sexo es la presión por cumplir y llegar rápido al orgasmo. Hacer un cambio de chip, ralentizar la práctica e introducir la respiración como factor de concentración te proporcionará un mayor control sobre tu cuerpo y tu respuesta sexual. Esto se consigue aprendiendo a gestionar y orientar la atención moviendo el pensamiento, para que el cuerpo sea el centro de esa atención.
Disfruta del camino hacia el orgasmo
Vive el momento presente olvidándote de las expectativas, los juicios, los deseos y, sobre todo, no te obsesiones con el orgasmo como finalidad última. Goza del recorrido para llegar al clímax. Este es el cambio de mentalidad que necesitas para disfrutar plenamente del sexo, en su conjunto y totalidad. Ten presente la necesidad de conectar contigo, estimular tus sensaciones y salir del modo automático.
Sé consciente de tu respiración
Cuando se trata de sexo e intimidad, la respiración puede ser un catalizador importante para que conectes contigo y/o con tus parejas. Trabajar la respiración es trabajar el control consciente del ritmo. La respiración es de esas cosas que hacemos sin darnos cuenta, pero luego son vitales para mantenernos con vida. Anatómicamente, el corazón está ligado a los pulmones, y nuestros órganos sexuales se vuelven más sensibles cuando el corazón bombea y aumenta el flujo sanguíneo (todas nuestras células dependen del oxígeno que transporta la sangre). Pues la respiración consciente aumenta esa cantidad de oxígeno. La oxigenación del cerebro y el cuerpo activa el sistema nervioso parasimpático y estimula la liberación de hormonas como la oxitocina, relacionadas directamente con la felicidad, la resistencia y la relajación de todo el cuerpo. ¿Qué puede ser mejor para llevar un encuentro íntimo al siguiente nivel?
Alarga tu orgasmo
El orgasmo es relajante, aunque a veces nuestra obsesión para conseguirlo puede provocar frustraciones y estrés. A través de los ejercicios de mindful sex la idea es relajarse antes, llegar al acto sexual en paz y tranquilidad. De esta manera conseguirás disfrutar del recorrido y llegar al orgasmo de manera gradual y mucho más intensa. Si no llegas, no pasa nada, habrás gozado del viaje. La idea es que abras la mente para potenciar los sentidos en distintas partes de tu cuerpo. No todo el placer es genital y tampoco hay necesidad de penetración para recrearse en el placer.
…
Ahora ya sabes algunos de los principales beneficios que puedes conseguir practicando el mindful sex. Suenan bien, ¿verdad? Seguro que ahora mismo estarás pensando: “Todo esto me parece genial, pero ¿cómo se práctica? ¿Qué necesito?”. No te preocupes, te hemos preparado una pequeña guía y una playlist para que puedas introducirte en esta práctica tan placentera y, quién sabe, incluso que la termines incorporando en tu vida cotidiana. ¡Es justo lo que esperamos!
Es hora de combatir una práctica ancestral que afecta a 200 millones de mujeres y niñas a través de la educación r...
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Es hora de combatir una práctica ancestral que afecta a 200 millones de mujeres y niñas a través de la educación respetuosa.
Nadie mejor que la fundación Wassu para explicarnos claramente de qué vamos a hablar:
“La Mutilación Genital Femenina (MGF) es una práctica tradicional perjudicial con fuertes y ancestrales raíces socioculturales. Según la Organización Mundial de la Salud, comprende aquellos procedimientos que, de forma intencional y por motivos no médicos, alteran o lesionan los órganos genitales femeninos.
Internacionalmente reconocida como una extrema violación de los derechos humanos, la MGF perpetúa la desigualdad de género y la discriminación, afectando seriamente la salud y el bienestar de mujeres y niñas. UNFPA estima que más de 200 millones de mujeres y niñas que viven actualmente han sufrido esta práctica y alrededor de 68 millones de niñas se enfrentan a la mutilación genital femenina para 2030 si no aceleramos nuestros esfuerzos para abandonarla.”
Es un acto dañino contra la sexualidad de la mujer que no solo existe en el continente africano, también existe en otros países europeos y latinoamericanos.
Es un tema que hay que tratar con delicadeza y sin brutalidad, donde no hay que buscar culpables sino soluciones de raíz. Educar, y transmitir lo aprendido para que esta práctica no siga afectando el cuerpo y la psicología de niñas y mujeres en todo el mundo. Es un tema muy complejo que abre un gran debate ético y, por esta simple razón, hoy no hemos venido a escribir un artículo sobre el tema, porque creemos que mejor dejar la palabra a dos mujeres que saben de lo que hablan y están haciendo un gran trabajo para cambiar esta práctica:
Asha Ismail, mujer que ha vivido en carne propia una mutilación, no solo física, sino también mental y que supo aprovechar su experiencia para ayudar a demás mujeres que pasan por lo mismo, creando Save a Girl Save a Generation.
Adriana Kaplan, es antropóloga, profesora agregada de Antropología de la Salud del Departamento de Antropología Social y Cultural de la UAB, y directora de la Fundación Wassu-UAB. Lleva más 30 años de su carrera dedicados a la investigación de la MGF y su fundación está consiguiendo cambiar la mentalidad de muchas comunidades en Gambia, Kenia, Tanzania y Sierra Leone.
Dale play al video y escucha con atención lo que tienen que decir Asha y Adriana.
[Youtube Video]
¡No te pierdas ni uno! Suscríbete:
Si después del vídeo te has quedado con ganas de saber más, te han quedado dudas o quieres aportar tu pequeño granito de arena, pásate por:
La Fundación Wassu
Save a Girl Save a Generation
…
Educar para cambiar, esta es la mejor solución a este problema. Transmite el mensaje y comparte las palabras de estas dos mujeres que tanto hacen para devolver la dignidad a las supervivientes de la Mutilación Genital Femenina.
La estigmatización y el VIH forman un círculo vicioso que hay que romper. ¿Te animas a romperlo con nosotrxs?
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La estigmatización y el VIH forman un círculo vicioso que hay que romper. ¿Te animas a romperlo con nosotrxs?
En el mundo hay 38 millones de personas que tienen el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o que padecen la enfermedad causada por este virus, el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). El número de nuevas infecciones por VIH ha bajado un 23% desde 2010, y las personas con VIH disponen de un tratamiento antirretroviral que hace que el riesgo de transmisión sea muy bajo o incluso nulo. Estos dos grandes hitos de los últimos años parece que no han conseguido terminar con todos los mitos y estigmas entorno al VIH. A continuación, te contamos los puntos clave para que la próxima vez que escuches un bulo sobre el VIH lo puedas desmentir al instante.
¿Tener el VIH es lo mismo que tener el SIDA?
Uno de los errores más comunes es utilizar VIH y SIDA como si fueran sinónimos. Nada más lejos de la realidad. El VIH es el virus (o mejor dicho, retrovirus). En cambio, el SIDA es la enfermedad causada por el VIH (cuando tu cuerpo se queda sin defensas). Por tanto, puedes tener el VIH, estar bajo tratamiento antirretroviral y no tener SIDA.
¿Cómo se transmite el VIH?
El VIH se puede transmitir por la sangre, mediante el sexo sin protección y por intercambio de fluidos genitales o durante el embarazo, parto o lactancia.
Se puede convivir perfectamente con una persona con VIH, así como mantener relaciones sexuales seguras. El riesgo de infección por sangre es muy bajo, a no ser que compartas jeringas, agujas o tengas relaciones sexuales sin protección teniendo la menstruación. El VIH es un virus muy poco resistente a condiciones ambientales, es decir, solo sobrevive en el cuerpo humano.
En el sexo, si no se utiliza protección, el riesgo de transmitir y contraer el VIH es más elevado, como ocurre con cualquier otra infección de transmisión sexual. En primer lugar, conviene aclarar que besar en la boca, masturbarse mutuamente, acariciar, masajear o lamer el cuerpo no suponen ningún riesgo de infección de VIH. Donde hay más riesgo es en la penetración anal y vaginal, en el sexo oral y en la compartición de juguetes sexuales. Pero para eso están los preservativos y las barreras de látex (puedes cortar un preservativo si no la tienes a mano). Si usamos protección no hay ningún riesgo de contracción. Además, más adelante veremos las opciones que tenemos si hemos estado en una relación de riesgo o si tenemos una relación con una persona seropositiva (es decir, una persona con VIH).
Como cualquier otra ITS, se previene con protección
Los métodos de prevención del VIH más eficaces son el uso del preservativo para pene, el preservativo interno o la barrera de látex. No solo sirven para prevenir la transmisión del VIH, sino también para prevenir otras ITS y embarazos. También se recomienda utilizar lubricantes a base de agua o silicona, especialmente durante el sexo anal, porque reducen el riesgo de que se rompa el preservativo y de que se pueda producir una herida.
Aparte de eso, es fundamental hacerse las pruebas de detección de ITS de forma recurrente tanto tú como tus parejas sexuales. Si nos iniciamos en una relación sexual nueva, estamos en el derecho de preguntar si se han hecho las pruebas o cuánto hace que no se las hacen. Y, sobre todo, si no se han hecho las pruebas o los resultados son de hace tiempo, ¡ante todo, usad protección! Esto también se aplica si la persona con la que tenemos sexo tiene VIH y está con el tratamiento PEP o PrEP.
¿Cómo funciona el tratamiento frente al VIH?
El tratamiento frente al VIH es una combinación de fármacos que no solo impide la replicación del virus en el organismo, sino que también protege a tus parejas sexuales de una posible infección.
El objetivo de este tratamiento es conseguir una carga viral indetectable, lo que significa que el VIH está bajo control. Es decir, se busca que la cantidad del virus VIH en una gota de sangre sea tan baja que la prueba de detección del VIH no lo detecte. Si en tu cuerpo hay una cantidad muy pequeña del VIH, este no podrá atacar ni debilitar tu sistema inmunitario, y es menos probable que padezcas enfermedades o infecciones. Además, y esto es muy importante, una carga viral indetectable reduce enormemente el riesgo de transmisión del VIH.
Cuando la carga viral es indetectable el VIH es intransmisible. No obstante, esto depende de tres condiciones muy importantes: que el tratamiento antirretroviral se tome cada día, que se mantenga la carga viral indetectable como mínimo durante seis meses y que se tome el tratamiento todos los días como ha sido prescrito. Seguir correctamente el tratamiento es esencial para que sea efectivo (si se te olvida tomar la medicación una vez no pasa nada, pero dejar de tomarla durante 2 o 3 días puede bastar para que la carga alcance niveles detectables). Si se cumplen esas tres directrices, el riesgo de transmisión sexual del VIH se reduce a cero.
Ah, y otra cosa que tiene que quedar muy clara: tener VIH y ser indetectable no quiere decir que ya no debas protegerte. Puedes volver a contraer VIH, otras ITS o un embarazo no deseado.
He tenido una relación de riesgo de contraer el VIH. ¿Qué hago?
La profilaxis post exposición (PEP) es un medicamento de emergencia que puede prevenir la infección por el VIH si se comienza a tomar cuanto antes (dentro de las 36 horas posteriores a la posible exposición al VIH y no más de 72 horas después). Se tiene que tomar según lo hayan recetado durante 28 días y se hacen tres pruebas: al inicio y al final del tratamiento, al final del tratamiento y dos meses después de haberlo terminado. Este medicamento no interfiere con el tratamiento hormonal de personas trans, con métodos anticonceptivos ni con la pastilla del día después.
¿Y si mi pareja tiene el VIH?
La profilaxis preexposición (o PrEP) es un medicamento para las personas que no tienen el VIH y que tienen un riesgo muy alto de contraerlo a través de relaciones sexuales. Se recomienda que las personas seronegativas que estén en una relación sexual o quieran tener hijxs con una persona VIH positiva tomen PrEP. Los estudios han demostrado que la PrEP reduce el riesgo de contraer el VIH en las relaciones sexuales en aproximadamente un 99% cuando se toma diariamente.
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Conocer la información real sobre este virus es la manera más directa de ayudar a romper mitos y parar la transmisión del VIH. Esto es muy importante, porque hay una relación cíclica entre la estigmatización y el VIH. La gente que es discriminada y marginada es más vulnerable a contraer VIH, y aquellas personas que viven con VIH son más susceptibles de ser estigmatizadas y discriminadas. Así pues, si has llegado hasta aquí, has puesto tu granito de arena para romper este círculo vicioso.
¡Estás preparadx! ¿A que sí?
Ya conoces qué significa cada una de las siglas de BDSM. También sabes de qué va eso ...
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¡Estás preparadx! ¿A que sí?
Ya conoces qué significa cada una de las siglas de BDSM. También sabes de qué va eso del sexo vainilla… y te has iniciado en el mundo kink. Por supuesto, tienes clarísimo que cualquier parecido entre algunos libros tipo Cincuenta Sombras de Grey y la realidad es pura coincidencia.
¡Christian! La que has liao...
En definitiva: como mínimo ya leíste nuestros artículos sobre BDSM para principiantes (I y II) y los pusiste en práctica 😉
Y como ahora te apetece llegar un poco más lejos, te hemos preparado la primera parte de este artículo donde profundizaremos en el excitante mundo del BDSM.
Antes de seguir, recuerda: en la diversión adulta y consensuada no hay espacio para juicios ni prejuicios 😊
Un estilo de vida o un juego casual
Ya has aceptado tu rol, pero…
Ya has comenzado a experimentar y empiezas a conocer tu papel en el BDSM. ¡Y como casi todo en la vida, cuanto más conoces, más dudas te surgen!
Recuerda: el BDSM engloba muchas prácticas, y muy diversas. ¡La escala de la intensidad también es muy importante! Que nos guste algo de picante en la comida no significa que tengamos capacidad de meternos un trago de tabasco sin pestañear 😉
Hay gente que dice “Me encanta el BDSM”, pero en realidad solo les gustan algunas prácticas muy suaves. A veces (¡muchas!) lo que realmente excita es la estética oscura, las prendas o los rituales, más que el BDSM en sí. Cada persona es un mundo y todo es respetable. Lo ideal es que vayas probando: decide por ti mismx qué te gusta y comunícaselo a tu pareja.
¡Ante la duda, siempre habla!
Ahora que cuentas con cierta experiencia, es hora de definir tus límites, así como tener muy claros los de tu compi de juegos.
En el BDSM los límites pueden ir más allá del juego. Quizá te guste hablar abiertamente sobre este lado de tu sexualidad con otras personas o prefieras llevarlo de forma muy discreta ¿Quieres explorar en profundidad el masoquismo? ¿Prefieres el bondage…?
Vaya… ¡Esto no es tan sencillo como el horóscopo! Por mucho que te digan lo contrario, una persona leo y otra escorpio se pueden llevar genial. Si en la vida sexual más vainilla ya es necesario ser compatibles sexualmente, una gran comunicación y un consentimiento explícito, en el BDSM, por su grado de complejidad y compromiso, aún más.
¡A medida que te vayas adentrando en este mundo, te volverás más selectivx! Disfruta de ello 😊
Las categorías dentro de las categorías…
Te damos la bienvenida al paraíso del “Aquí no serás juzgadx”. En el BDSM todo es genial si lo disfrutamos libremente.
Aquí no hay lados oscuros, todo es válido (de mutuo acuerdo y de forma legal). Cuando te decimos que hay que decidir cuál es el camino que tomas es porque, aunque no nos gusten las etiquetas (y menos en sexualidad), el BDSM está plagado de ellas.
Ese “etiquetaje” hace que no nos llevemos sorpresas desagradables y estemos con nuestrx compi de juegos correcto. ¡Vamos a vivir situaciones al límite! Así que mejor que sea sabiendo a qué atenernos.
A continuación, vamos a conocer algunos de los papeles que te vas a encontrar. ¡Hay para casi todos los gustos!
Sadismo & masoquismo
Para empezar, será muy necesario que encuentres tu sitio aquí. Puede que seas una persona…
Sádica: si disfrutas, sobre todo, infligiendo dolor y/o humillación. No nos cansaremos de decirlo: de forma consensuada, jugando y por y para el placer. Si normalmente ya eres así en tu vida diaria, ¡ojo!, para las demás personas no será un juego...
Si te consideras sadista, es posible que siempre quieras dominar, y necesitarás a personas sumisas para pasarlo bien.
Masoquista: te gusta recibir castigos y dolor en el terreno sexual, por disfrute. Si te excita que te pongan multas de tráfico o que la declaración de la renta te salga a pagar, entras en otra categoría, la de contribuyente muy radical.
Si te consideras masoquista, seguramente siempre quieras ser la persona sumisa y harás buenas migas con una persona sadista, alguien que te dé caña 😉
Sadomasoquista: en ocasiones te divierte recibir castigos o dolor… pero también te gusta estar en el otro lado. Eres sadomasoquista y te llevarás mejor con gente como tú, con la que puedas intercambiar los papeles.
Te invitamos a que pruebes para descubrir lo que te gusta y decidas qué rol quieres jugar. Como ya estás viendo, ¡el BDSM puede tener muchas categorías!
¿Géneros? El BDSM tiene sus propias reglas
Aunque cualquier persona pueda ser ama o sumisa, sin que importe el género o la orientación sexual, hay algunas excepciones en el mundo del BDSM en las que normalmente se clasifica por género.
Por ejemplo, este el caso de kajiras y goreanos. Por lo general, las kajiras son personas con vulva que tienen un rol de esclavas, mientras que los goreanos son personas con pene en el rol de amx. Estos roles están basados en las novelas de la saga de Gor.
Por otro lado, están las dominatrix (en latín significa “soberana”), un papel interpretado que suele ser representado por personas de género femenino, aunque no es exclusivo.
Las personas dominatrix son expertas en dominar y someter. Tienen una estética muy marcada, sensual y agresiva. Seguramente sea lo primero que nos viene a la mente cuando pensamos en BDSM, ¿verdad? 😉 Con este body de cuero de Leg Avenue te pondrás en modo dominatrix en un abrir y cerrar de ojos.
Un buen atuendo nos puede poner muuuuy en situación 😜 VER MÁS ❯
También tenemos a los osos, que serían algo similar a las dominatrix, en este caso es un rol asociado tradicionalmente al género masculino. Suelen tener cierta edad (también se los conoce como “osos maduros”) y algunas características físicas comunes, como el vello corporal, ¡que acentúa su carácter de “oso”!
Y ahora que conocemos con más detalle los papeles, ¿qué te parece si pasamos al vestuario, los escenarios y las posturas? ¡Guionicemos los deseos! Mientras esperas a la segunda parte de Átame (¡más fuerte), podemos empezar a jugar con Cora y Flash.
La persona con el rol dominante, puede comenzar a acariciar a su pareja lentamente con Flash, y cuando su compi menos se lo espere, ¡zas! un azote para ir subiendo la temperatura.
Y cada atuendo, necesita su complemento... VER MÁS ❯
Una vez que hayáis entrado en ambiente, podéis cambiar y usar una paleta como Cora de Platanomelón, que además de ser ideal para continuar con el juego, es supermona.
Mona, pero matona 🙄 VER MÁS ❯
Y, ¿por qué no? Os podéis animar a dar el paso siguiente con el kit de BDSM Sao de Platanomelón, que servirá para llegar mucho más lejos de lo que imagináis. Atar, esposar, cubrir los ojos, amordazar... Este kit tiene todo lo necesario para una noche de BDSM, ¡la imaginación es el límite!
¿Te atreverías? 😏 VER MÁS ❯
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Aunque seguro que ya lo sabes, nunca está de más recordarlo: ¡es importante que defináis una palabra de seguridad, para saber cuándo parar!
Te damos la bienvenida al mejor lado oscuro… 😉
Prepárate para soltar más de un “¡AY!”. Este es un artículo que se lee como cuando ves una película de terror, con...
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Prepárate para soltar más de un “¡AY!”. Este es un artículo que se lee como cuando ves una película de terror, con un raro disfrute mientras llega el susto.
Tomémoslo con sentido del humor porque hablamos de algo reparable, aunque generalmente doloroso.
La vida es mucho más llevadera si nos la tomamos a risa 🥳
¡La respuesta a “¿Se puede romper…?” a continuación!
No hay dos sin tres
Aunque es algo más habitual de lo que podría parecer, pocas personas dirán abiertamente: “¡Me he roto el pene!”. Una persona que lo ha normalizado es el polémico exjugador de la NBA, Dennis Rodman. Él ostenta el récord público de habérselo partido… tres veces.
Según cuenta, la primera vez que le pasó fue ejecutando un “salto del tigre” en el camarote de un barco, con un aterrizaje mal calculado.
La segunda ocasión, tras un pelotazo recibido durante un partido de baloncesto y la tercera, una noche de sexo con su novia que Dennis calificó como “salvaje”.
Pero si el pene no es un músculo… ¿cómo se puede romper?
Parece raro, ¿verdad? Y es difícil poner una comparación. Es verdad que no es un músculo y tampoco tiene huesos. Imagínalo como un globo alargado con agua, lleno hasta el límite de su capacidad. Ahora lo doblamos más y más… y…
"¡Chof!"
Los penes tienen un cuerpo cavernoso que se llena de sangre durante la erección, así que lo que nunca va a ocurrir es que un pene se fracture si no está erecto. Sin embargo, si se dobla en exceso durante la erección sí se puede quebrar internamente. Técnicamente hablando, lo que se rompe es la capa albugínea que envuelve los cuerpos cavernosos.
¿Me puede pasar?
¡Si tienes pene, sí!
Lo más habitual es sufrir la rotura durante la penetración, especialmente en estimulaciones muy enérgicas o bruscas. Al empujar con demasiada fuerza es posible toparse con el perineo o el hueso púbico. También se puede romper de un modo mucho más tonto, como chocar con una puerta, toparse con un mueble en plena carrera o girarse en la cama.
Así que, sí, es posible romperse el pene durmiendo o al resbalar y caer sobre él una mañana cualquiera con una erección matinal.
¿Hay posturas en las que es más fácil que ocurra?
En general, es menos posible que ocurra en una penetración anal o en posiciones donde la persona con pene tiene control sobre el movimiento (como la clásica del misionero).
Existe una práctica NADA aconsejada relacionada con la masturbación llamada taqaandan (o taghaandan). La palabra significa “hacer clic”… ¡y en eso consiste!
Doblan el falo erecto hasta que se escucha un chasquido. A veces “clic”, a veces “crack”. Dicen que es algo similar a chasquearse los nudillos.
Debido a esta mala práctica, en algunos países como Irán han aumentado las fracturas de pene.
¿Cómo saber si un pene se ha partido?
¿Te ha pasado alguna vez eso de “escuchar fuegos artificiales” durante una ardiente relación? Seguro que no. En este caso oirás algo, pero por otro motivo menos romántico ☹
En el momento en el que se rompe es habitual que suene. Cuando un pene erecto se dobla demasiado se suele producir un sonido como de estallido, seguido de una pérdida de erección.
Lo habitual, tras el ruido, es que el pene adopte forma de berenjena, tanto por la hinchazón como por el color (el icono de WhatsApp 🍆 gana un nuevo significado).
Si ocurre, no dudes en pedir ayuda para que recupere su forma y color original 😜
Además de adoptar esta forma, y que la base del pene pierde color, quizá haya sangrado y hematomas. También puede que aparezca parte del escroto hinchado y restos de sangre en la orina y que cueste orinar.
Y lo normal es que duela (aunque no siempre ocurra).
Si vives esto… ¡acude a especialistas!
Con tu médicx…
¡Ve rápido a urgencias! No te cortes. Recuerda: ¡no hay nada de qué avergonzarse! Cuanto antes se acude a la consulta, menos posibilidades hay de que quede alguna secuela.
Se suelen realizar diferentes pruebas, como ecografías para detectar zonas dañadas, resonancias magnéticas o radiografías.
Con el tratamiento adecuado lo habitual es una recuperación completa, aunque pasará un tiempo antes de poder mantener relaciones sexuales (1-3 meses).
¡Mejor prevenir que curar!
Recuerda: si dudamos en acudir al centro de salud y se deja pasar el tiempo es posible que el pene dañado sufra disfunción eréctil o una curvatura. ¡Mejor actuar a tiempo!
3 consejos para no romper la diversión
Si estás con tu compi de juegos y empieza a doler… ¡parad! Es mejor comunicarlo y no esperar a que haya daños.
Cada pene tiene una forma y curvatura distinta. No todas las posturas son aptas para experimentar (o no hasta el extremo). ¿Intentarías hacer el pino-puente si tu cuerpo no está preparado? Pues esto es algo parecido.
Cuidado con la pastilla azul. La viagra (o similares) consigue erecciones muy potentes y duraderas. Si se realiza ejercicio físico con una erección se multiplican las posibilidades de rotura.
...
¿Has llegado hasta el final del artículo sin poner una mueca de disgusto? No lo creemos 😊 Es normal… ¡hay cosas que duele leer!
Piensa que estos accidentes también forman parte de la sexualidad, pero con información y profesionales de la salud todo tiene remedio.
¡A pasarlo bien!
Quizá hayas escuchado hablar del squirting. Es uno de los términos relativos al sexo más buscados, pero aún es un ...
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Quizá hayas escuchado hablar del squirting. Es uno de los términos relativos al sexo más buscados, pero aún es un gran desconocido a pesar de que Hipócrates o Aristóteles ya hablaban de “eyaculación femenina”. ¡Mira si es antiguo!
Y, miles de años después, seguimos luchando contra los tabúes 👊
En China, en el siglo IV, también se escribía sobre ello y se decía que era algo muy bueno y místico. Incluso en el libro por excelencia sobre sexualidad, el Kamasutra, se le hace una pequeña referencia.
La realidad es que el squirting forma parte de la respuesta sexual y de los juegos eróticos. Si te estás preguntando “¿Por qué probarlo?”, nuestra respuesta es la de siempre: “¿Y por qué no?”.
Pero... ¿qué es esto?
“Squirting, qué palabra tan rara…” pensarás. Bien, a veces los anglicismos quedan más elegantes y menos genéricos. Usamos esta palabra porque la traducción literal (¿chorrear?) podría llevar a confusión.
El lenguaje también cambia y evoluciona 😊
El squirting se produce cuando, con los estímulos adecuados, la uretra deja escapar cierta cantidad de fluido. La cantidad varía mucho dependiendo de la situación y la persona, desde unos pocos mililitros hasta más de 110.
En realidad, el líquido expulsado se parece bastante a la orina… pero no lo es.
¿Cuál es el origen?
De momento, como ocurre con tantas y tantas cosas poco estudiadas sobre la sexualidad, el conocimiento es más bien escaso.
A finales del siglo XIX se descubrieron unas glándulas en la pared frontal de la vagina, rodeando la uretra, las glándulas de Skene. Se cree que trabajan de un modo similar a la próstata. Son las responsables de la eyaculación “femenina”.
¡Ojalá no tengamos que esperar otro siglo para conocer todos los detalles!
¡Importante! Ten en cuenta que el tamaño y forma de las glándulas varía mucho dependiendo de la persona… De hecho, en algunos casos ni siquiera existen (y no pasa nada). ¡Cada persona es un mundo!
La zona G, básica
Si quieres experimentar con el squirting, ya sea a solas o con tu pareja, lo primero es tener clara la ubicación de la zona G. ¿La recuerdas? No te preocupes, te la mostramos en este dibujo:
En nuestro libro Entérate (¿aún no lo tienes? 😉) lo explicamos así: “La zona G suele estar situada a entre 3 y 5 cm de la entrada vaginal […]. Al tocarla, notarás que es una zona mucho más rugosa que las demás, parecida a la primera parte del paladar […]”.
¿Quieres probarlo? ¡Adelante!
Es bastante probable que alguien de tu entorno o tú lo hayas experimentado. ¡Es bastante habitual! Aunque, normalmente, sucede casi por casualidad.
Manos a la obra y a experimentar: ¡así lo casual se convertirá en habitual! 😉
Paso 1 - ¡No es un trabajo de clase de ciencias!
Lo primero, vamos a relajarnos. ¡Esto va de diversión!
El squirting habitualmente se produce por placer, así que no convirtamos la experiencia en experimento científico. Ya sea con otra persona o en solitario, ¡juega por disfrute!
Vamos a pasarlo bien, ¡ese es nuestro único objetivo! Olvídate de la zona G, del squirting y de los manuales de anatomía… Como bien sabes, en los juegos sexuales no hay una meta concreta, salvo disfrutar el máximo.
Y el camino es muuuy divertido de recorrer 🥳
Disfruta las caricias, los estímulos externos, juega con el clítoris… que llegue la excitación. Haz lo que más te apetezca y cuando sientas (o sientas) que ha llegado el momento, sigue adelante.
Paso 2 - El gancho
Tenemos un maravilloso instrumento de placer en el extremo del brazo: ¡la mano! La estimulación manual funciona de maravilla.
Podemos adaptarnos al contorno como mejor queramos. Para practicar el movimiento de gancho es mejor que la persona que quiere disfrutar del squirting esté tumbada bocarriba. No es por nada en especial. Simplemente es más sencillo y cómodo, y estará más relajada.
Con el dedo índice, o el índice y el anular, estimula la zona G flexionando los dedos con un movimiento similar a cuando haces un gesto a alguien para que se acerque (“Oye, ¿puedes venir aquí?”). Todo va a depender del ángulo, la profundidad y el diálogo, en el caso de que no te lo estés haciendo a ti mismx.
Ir explicando hacia dónde y cómo se deben dirigir los movimientos es un divertido juego… 😉 ¡Hay que tomarse el tiempo de descubrir y disfrutar!
Paso 3 - ¡Juguetitos!
Aunque los dedos son unos instrumentos geniales, hay juguetitos que pueden conseguir un increíble efecto.
Su nombre le hace justicia 😜 VER MÁS ❯
Genio Plus, por ejemplo, está diseñado específicamente para la zo|na G. Tiene un tamaño ideal, es silencioso, cuenta con 10 velocidades y es completamente sumergible (¡imagina las posibilidades bajo el agua!). Es tan pequeño que parece mentira la tremenda potencia que tiene.
Y si quieres entrar en el futuro del placer desde ya; te recomendamos probar a Mambo, el succionador más avanzado de Platanomelón, ¡tu aliado clitorialmente explosivo!
3, 2, 1... ¡Maaaambo!😜 VER MÁS ❯
Mambo estimula toda la estructura del clítoris, por fuera, por dentro y profundamente. Conseguirás orgasmos más intensos, incluso múltiples y, ¿por qué no?, puede que te ayude a experimentar un squirting. ¿Te atreves a bailar al ritmo de Mambo?
“¡Oh, qué maravilla!” vs “¿Hola…?”
Cada persona es totalmente diferente, por lo que el squirting se vivirá de modos muy distintos. Es normal.
Hay gente que vive un orgasmo espectacular, otras personas disfrutan sensaciones poco habituales, como temblor en los muslos y mucho calor. En ocasiones no existe diferencia entre la sensación del squirting y el clímax con otros orgasmos (¡salvo el fluido evidente!).
🎼 El squirt encontrar
todo es empezar 🎼
También puede ocurrir que se produzca el squirting y que ni siquiera se haya alcanzado un orgasmo. Como te decíamos, ¡esto no es un experimento científico!
...
Puede pasar de todo, y esa es la gracia, ¿verdad? La sorpresa de la incertidumbre es más excitante 😊 ¿Listx para experimentar?
¿Eres una persona con próstata? ¡Felicidades, acaba de tocarte el punto P!
Aún un gran desconocido para muchas per...
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¿Eres una persona con próstata? ¡Felicidades, acaba de tocarte el punto P!
Aún un gran desconocido para muchas personas, el punto P es una zona escondida en la anatomía humana capaz de llevarte a territorios inexplorados que nunca imaginaste. Puedes conseguir orgasmos muy intensos, distintos a los habituales.
Este artículo pretende ser un mapa para que dejes de andar (tan) perdidx en este tema 🥳
¿Te interesa? ¡Vas a conocer tu propia zona G!
¿Cómo se llega? ¿Qué es?
Buenas noticias: no hace falta que hagas las maletas. El punto P está muy cerca. También se le llama próstata y se encuentra en el interior del recto, debajo de la vejiga y delante del recto. Tiene una característica muy particular: está lleno de terminaciones nerviosas esperando a ser estimuladas…
La próstata se hincha con la excitación y es la encargada de producir el líquido seminal que se expulsa cuando se eyacula.
Si “indagas” con el dedo (mejor poco a poco y usando lubricante) alcanzarás una zona carnosa y ligeramente abultada, a unos 5 cm de la entrada. ¿Ves? Estaba al lado. ¡Ya has llegado!
Conoce tu cuerpo y sabrás cómo darle lo que le gusta 😏
Cuando sientas excitación es posible que notes la glándula si acaricias la zona del perineo (entre el ano y los testículos). Ve presionando la zona poco a poco, explorando… Cuando llegues a un punto que te causa una sensación “rara” (como si quisieras orinar), estarás sobre el punto P en su zona exterior.
¿Por qué debería probarlo?
Antes de nada, ¡no hay garantías! Hay personas que consiguen rápidamente orgasmos mediante la estimulación del punto P, pero a otras les cuesta más trabajo.
El motivo por el que hay que intentarlo es el mejor y más básico: ¡máximo placer! Los orgasmos prostáticos son muy, muy intensos. De hecho, en algunos casos se consiguen multiorgasmos. No suena mal, ¿verdad?
¡Porque se me antoja!
Antes de empezar, toca desinhibirse.
Puede que tengas reparos en explorarlo, ¡pero, tranqui! No te arrepentirás. Es placer para todxs (siempre que haya próstata). Estamos hablando de una sensación física que resulta tan natural como estornudar. Lo hacemos porque es placentero… y bueno por nuestra salud.
No lo decimos nosotrxs, lo dice la ciencia 🤓
¿Saludable? ¡Sí, así es! Los masajes prostáticos se recomiendan para prevenir el cáncer de próstata. Muchas personas han descubierto los orgasmos prostáticos por pura casualidad.
Mejor limpio
Uno de los motivos que pueden echar para atrás es la zona en sí. Tiene fácil solución: lo primero, es mejor haber ido al baño con anterioridad, para que no haya molestias ni impedimentos.
Si quieres “máxima seguridad” (¡por si las fugas!), se puede optar por una ducha anal previa.
Para esta primera vez usaremos nuestros propios dedos, así que mejor que estén bien limpios y sin uñas afiladas o mal cortadas. ¿Quieres sentir aún más protección? Puedes ponerte un condón en el dedo, ¡y a jugar!
La primera vez
Si conoces a una persona experta en la materia, confías en ella y se te antoja probarlo… ¡adelante, con ayuda es más fácil!
De todos modos, nuestra recomendación, al menos la primerísima vez, es que empieces por experimentar a solas, a tu ritmo y relajadx, en un sitio donde estés a gusto.
Conocerte a ti mismx es la mejor base para disfrutar al 100% en el sexo 🥳
Empieza por lubricar adecuadamente la zona. Después, busca algo que te excite y mastúrbate. La glándula prostática se hará más grande, será fácil localizarla y “querrá” ser acariciada. Puedes empezar por el exterior con un leve masaje en la zona del perineo.
Hazlo poco a poco y en una posición lo más cómoda posible. Si te sitúas en cuclillas, por ejemplo, tus músculos estarán más relajados y te será más fácil jugar. Ahora que estás preparadx, introduce tu dedo índice o corazón en el recto. Es posible que al principio resulte incómodo o incluso que duela un poco. ¡A fin de cuentas es algo nuevo para nuestro cuerpo!
Cuando llegues al lugar (una especie de nuez carnosa), prueba a estimularlo. Hay dos técnicas que suelen dar buen resultado:
El botón. Toca repetidamente, como si quisieras que te abrieran la puerta. Se trata de que encuentres el ritmo adecuado para ti…
“Ven aquí”. Flexiona el dedo apuntando hacia el ombligo, como si estuvieras indicando a alguien que se acercara a ti. Empieza muy lentamente y ve incrementando la velocidad.
Con el tiempo, tú mismx sabrás la presión que debes ejercer y el tipo de caricia que más te gusta. ¡Todo es probar!
¿Ejercicios Kegel? También para personas con pene
Quizás hayas oído hablar de los ejercicios Kegel. Se suelen usar para fortalecer la musculatura del suelo pélvico tras el parto y también para prevenir pérdidas de orina y prolapsos y mejorar los orgasmos y la lubricación. Las personas con pene también se pueden beneficiar de este tipo de ejercicios, ¡y la estimulación de la próstata te servirá para este propósito!
¿En qué te beneficia? Además de evitar pérdidas de orina, aumenta la resistencia sexual y disminuye la eyaculación precoz 😊
Quizá “los músculos del suelo pélvico” suena algo abstracto. ¿Sabes cuando estás orinando y, a voluntad, decides parar el chorrito? ¡Pues estás usando estos músculos!
Todo es cuestión de autocontrol 🙊
De hecho, si repites esta operación varias veces, estarás haciendo un ejercicio Kegel. Lo mismo sucede cuando aprietas el esfínter a voluntad, como si estuvieras haciendo flexiones en la zona. ¡Estarás musculándote por dentro!
Para que veas lo sencillos que son, te proponemos lo siguiente: puedes probar a sentarte en una silla lo más rectx que puedas. Pon las manos en las rodillas y separa las piernas. Ahora, contrae como si quisieras cortar la orina. Aguanta unos segundos y repítelo varias veces.
¿Ves? Son ejercicios fáciles que podemos realizar en cualquier momento y lugar del día para mejorar nuestra salud sexual.
La técnica te ayudará
Ahora que has empezado a experimentar, ¿quieres la ayuda de todo un experto? Tenemos la solución.
Primero, si tienes miedo de que duela, puedes probar a usar un lubricante específico para la zona anal. Tiene la densidad justa para que permanezca en su sitio y, al tener una base de agua, es compatible con el uso de preservativos.
Esta vez, Mao será tu ángel 🤩 VER MÁS ❯
Después empieza con los dedos y, una vez que quieras, prueba con Mao, una cadena anal. Tú solo tienes que hacer ligeros movimientos circulares con la muñeca 😉
Lucky Luke versión Platanomelón 😜 VER MÁS ❯
Aunque si quieres algo más avanzado, hemos diseñado a Luke para que llegue directamente al punto P. Es completamente seguro, sumergible y con un diseño especial, ¡la punta se mueve hasta 30 grados! Imagina las posibilidades… Y para que solo te concentres en el placer, sin pensar en nada más, tienes un control remoto para cambiar sus nueve velocidades. Además puedes utilizarlo tanto a solas como en pareja... ¿lo habías pensado?
...
¡Esperamos que disfrutes de tu “nueva” zona G, con letra y sensaciones propias!
El punto P te espera para que le saques el máximo partido. Un pequeño punto para ti, un gran paso para tu placer… 😉
¿Multi...orgasmia? 🧐
Pero si yo apenas tengo uno, ¿¡cómo voy a ser multiorgásmicx!? 😱
Pues sí, tú también puedes...
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¿Multi...orgasmia? 🧐
Pero si yo apenas tengo uno, ¿¡cómo voy a ser multiorgásmicx!? 😱
Pues sí, tú también puedes serlo. 😏
Sigue leyendo, ¡que te lo contamos todo! 🙊
¿Qué es la multiorgasmia?
La multiorgasmia es la capacidad de tener orgasmos consecutivos, es decir, repetidamente sin dejar de estimular.
Podemos hablar de orgasmos secuenciales cuando tienes un orgasmo, haces una pequeña pausa para recuperarte y (¿por qué no?) para hidratarte un poco, una pequeña plática si tienes pareja y ¡vuelves a empezar!
En cambio, con los orgasmos múltiples puedes llegar al orgasmo sin tener que parar, lo que es propiamente la multiorgasmia. ¡No pares, sigue, sigue!
¿Todas las personas con vulva pueden tener orgasmos múltiples?
A priori puede parecer que no, ya que no son muchas las personas que han experimentado una sobredosis de placer. 🤫 Pero, hoy en día sabemos que sí es posible, solo nos hace falta un poco de autoconocimiento y mucho entrenamiento.
Poco se sabe sobre el multiorgasmo y, aunque quede mucho por descubrir, cerca del 15% de las personas con vulva lo han experimentado en su vida
Quienes lo han conseguido tienen un repertorio extenso de prácticas sexuales, un imaginario repleto de fantasías sexuales y una actitud positiva y desinhibida respecto al sexo.
¿Cómo conseguirlo?
Para conseguirlo, lo primero de todo: cero presiones. Sí, leíste bien. Que no te genere malestar el no tener más de un orgasmo. Recuerda: ¡el objetivo es el placer! ¡Calidad antes que cantidad, siempre!
Dicho esto, vamos al tema.
Para conseguir multiorgasmos, primero vas a necesitar a tu gran aliado, un lubricante a base de agua, que te ayudará a que todo fluya y que no se produzca ningún tipo de irritación durante la estimulación.
Además, puedes aprovechar tu ovulación. Durante esta fase nuestro deseo sexual aumenta y puede ser más fácil alcanzar el multiorgasmo. Intenta elevarlo con relatos eróticos o pensando en tus fantasías. 🔥 ¡La imaginación es clave!
¿Cómo lo hago para tener más y más orgasmos?
Es muy sencillo, pero puede requerir algo de tiempo conseguirlo; ¡así que no te desesperes, lo conseguirás!
La clave está en sobrepasar la sensación de hipersensibilidad que puede haber tras tener un orgasmo, lo que llamamos periodo refractario. Es el momento en el que tu cuerpo está recuperándose y volviendo a la normalidad después del subidón tras el orgasmo.
En el caso de las personas con vulva, si una vez llegado a este punto sigues estimulando, podrás volver a llegar a la cima del placer. Por otro lado, para las personas con pene no es imposible pero sí más complejo (si te interesa te lo contamos todo aquí).
Tras un orgasmo, cada persona tiene una sensibilidad diferente, así que la estimulación deberá ser diferente también. ¡Encuentra tu manera para seguir y tener placer sin fin! 😳
¿Sabías que el 54.2% de las personas con vulva consigue tener un orgasmo tras otro a través de la estimulación del clítoris con sus propios dedos?
Sin embargo, solo un 30% lo consigue a través de la penetración con los dedos o juguetes, como dildos o vibradores internos.
De hecho, la estimulación del clítoris a través de la vulva es mucho más efectiva en lo que a placer se refiere 🔥
¡Dale chispa a tus orgasmos!
Si ya es maravilloso tener un orgasmo tras otro, tenemos además una sorpresa para ti: te traemos a un pequeño aliado que te ayudará a experimentar la multiorgasmia…
Te presentamos a ⚡️ Mambo, ¡el succionador clitorialmente explosivo! ⚡️ Una innovación de Platanomelón.
¿Sabías que con Mambo las posibilidades de llegar a tener multiorgasmos aumentan exponencialmente?
Sí, sí, como lo lees.
Con su tecnología Oh! Tech.® y sus boquillas intercambiables, permite una perfecta adaptación a tu clítoris. ¡Te dará sesiones de placer infinitas (e incansables 😉)!
¿Quiere decir esto que ahora todxs tenemos que tener infinitos orgasmos?
La respuesta es que tenemos que tener orgasmos múltiples siempre y cuando se nos antoje. ¡Nada de poner(se) presiones! 😊
Es algo que forma parte de tu autoconocimiento y disfrutar de tu cuerpo, pero no tiene por qué ser una obligación o un objetivo al que llegar.
Ser o no ser… esa es la cuestión
Según las evidencias, las personas que se han masturbado desde edades tempranas (antes de los 14 años), tienen más facilidad para experimentar multiorgasmos. 😱
No tienes que ser multiorgásmicx, y no se trata de serlo o no: habrá días que te pueda pasar y otros que no. Pero tranqui, que es lo más natural del mundo. 😌
¡Es sano que quieras explorar tu cuerpo y su potencial erótico! Lo que no lo es, es que te autoexijas e impongas retos que te puedan generar frustraciones.
Tips y técnicas
¿Sigues sin ver claro cómo hacerlo?
Te damos otros trucos para que veas que ¡sí es posible!
Conócete
¿Otra vez lo mismo?
Pues sí, y no nos cansaremos de repetirlo. ¡Conocerse a unx mismx es la clave! 🥰 Dedica tiempo a explorarte, conocerte, tener un orgasmo y seguir estimulando. ¿Cómo te gusta más?
Hay personas que prefieren hacerlo por encima de la ropa interior, otras por debajo; de forma más suave o intensa… Hay quienes siguen un patrón específico de técnicas y movimientos y quienes son de lo contrario, que prefieren sorprenderse cada vez con algo nuevo.
No hay una forma de hacerlo bien o mal: ¡cada persona es un mundo y la clave es que encuentres tu punto! 😜
Eso sí, nada de prisas…
¡Calma!
Siempre vas corriendo a todas partes y tu cabeza está más revolucionada que el centrifugado de la lavadora. ¡Tranqui! 😋
Dedícate tiempo, relájate y disfrútalo.
Guárdate un ratito para ti, sin prisas y sin pensar en nada más que en ti mismx y en las sensaciones que te proporciona tu cuerpo. Resulta más fácil de lo que parece y es mucho más necesario de lo que pensamos.
Hasta le vas agarrar el gusto , ¡te lo aseguramos!
Con las manos
Una vez que has llegado al orgasmo, si te genera mucha sensibilidad, no sigas estimulando directamente tu clítoris. Hazlo de forma más indirecta, rodeando el glande sin tocarlo. 😉
Roza tus labios internos y externos alrededor de la vulva y la entrada de la vagina. Sigue estimulando y disfrutando.
Como ya sabes, el clítoris no es solo lo que se ve (el glande), sino que es un órgano de unos 11 cm que queda abrazado a la uretra y la vagina y se extiende hasta el recto. Así que tocando todas las partes de la vulva lo vas a seguir estimulando, solo que no tan directamente. Esto es genial para este momento de tanta sensibilidad. 🙊
Déjate llevar, disfrútalo y… ¡el orgasmo llegará! 💥
Con Mambo
La clave con Mambo es jugar con sus ritmos y encontrar el tuyo propio. Este pequeño (¡pero intenso!) compi de juegos te dará sesiones infinitas de placer 🚀
¿Alguien ha dicho sesiones incansables de sexo oral? Pues sí, Mambo genera unas pulsiones muy parecidas al sexo oral… y su batería tiene una duración de muuuchas horas ⏳
Un truquito para poder disfrutar de multiorgasmos con Mambo una vez hayas llegado al orgasmo: baja la intensidad, pero sigue estimulando tu clítoris. Ponlo a la intensidad que puedas aguantar, sigue disfrutando y… ¡llega al clímax de placer tantas veces como desees! 🤩
¿Cuántos orgasmos quieres hoy?
Con tu compi de juegos
La clave para disfrutar en grande en compañía es… 🥁 ¡la comunicación!
¿Has llegado al orgasmo y quieres otro? ¡Díselo! Comunica con tu pareja y dile que te gustaría seguir jugando. Puedes insinuárselo, decírselo abiertamente o, ¿por qué no?, establecer una palabra clave. 🗣
¡Comunicar puede ser muy, pero muy sexy! Guíalx y dile lo que te gusta que te haga y cómo lo debe hacer para volver a ver las estrellas del placer. ✨
Recuerda, no dejes que el sexo se convierta en una obligación o un pretexto para la presión. ¡Simplemente conócete, disfruta y pásalo bien!
Habrá días que estarás a 1000 y otros que igual no tanto, pero es natural. ¡Permítetelo y enriquécete de esta diversidad!
¿Sabías que tu boca puede proporcionar el máximo placer? Es el instrumento perfecto para hacernos gozar.
Es versát...
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¿Sabías que tu boca puede proporcionar el máximo placer? Es el instrumento perfecto para hacernos gozar.
Es versátil, tierna, fuerte, tiene la capacidad de adaptarse a un contorno y cuenta con su propio lubricante natural. Puede besar, chupar, lamer… 😉
¡Y no nos olvidemos de comer! 🤤
Vamos a contarte cómo, con la boca y buenas técnicas, podrás dar el máximo placer. Aprenderemos a disfrutar con las mejores felaciones. ¿Te apuntas? No te arrepentirás.
¡Hay que saber adaptarse!
De unos pocos centímetros a más de veinte, con diferentes anchos y curvaturas, “cabezones”… Están los que apuntan hacia arriba, los que apenas cambian de tamaño, los que agachan la cabeza o miran para otro lado. Cada pene es totalmente distinto, por lo que, aunque puede haber técnicas comunes, no se podrán usar de igual manera en todos los penes.
Iguales, ¡pero a la vez taaan diferentes! 😍
¡Y cada pene lo lleva una persona diferente! Es decir, además de haber diferentes formas, tamaños y comportamientos del pene; los gustos en temas de felación (como todo en la vida) serán muy distintos… ¡Cada persona es un mundo!
Y es que no hay una receta mágica para todxs. Aquí enseñamos diferentes técnicas que funcionan, pero de distinta manera dependiendo de cómo sea y lo que le guste a tu compi de juegos. Podéis probar poco a poco y descubriréis qué es lo mejor.
Así que, insistimos en algo que a veces se nos olvida en el sexo y que es lo más importante: ¡comunicación!
De elecciones y erecciones
Recordemos que el pene no es un músculo (si lo fuera, los gimnasios estarían abarrotados). Dentro del pene hay unos cuerpos cavernosos que se llenan de sangre durante la excitación y obran “el milagro” de hacer esta parte de la anatomía más consistente, lo que provoca la erección.
La mayoría de penes cambian mucho más de tamaño para estar en plena forma, los conocemos como penes de sangre; mientras otros, los penes de carne, varían poco del estado de reposo al erecto.
Con las técnicas adecuadas, podremos disfrutar al máximo de ambos 🥳
Independientemente de la dureza del miembro, las felaciones pueden ser muy placenteras para la persona que las recibe, aunque la erección no sea total o incluso sin que el pene esté erecto.
Recuerda que usar la boca para dar placer es un juego más; y al igual que el orgasmo no es obligatorio, tampoco la erección es necesaria para disfrutar 😉
Las zonas erógenas de las zonas erógenas
Cuando contemplas un pene en toda su extensión (dicho así, parece una secuoya en vez de un pene) puedes pensar que todo él está plagado de terminaciones nerviosas.
En realidad, no es así. Casi toda la sensibilidad se concentra en el glande (la punta o cabeza), más concretamente en el semicírculo que bordea el glande, así como en el meato (los pequeños labios en la punta).
Otro lugar que resulta placentero —aunque no a todxs les guste por igual— es la zona baja del escroto (la bolsa que contiene los testículos) y, siguiendo el recorrido, el perineo (la zona entre el escroto y el ano).
Pongamos nombre a las distintas partes 🥳
La improvisación en estas “zonas erógenas de las zonas erógenas” da muy buenos resultados. Aunque, recuerda, son lugares muy delicados. ¡No es lo mismo un mordisquito en el lóbulo de la oreja que en el glande!
Mal cine vs realidad
Las películas para adultxs son una escuela poco fiable. Aunque en ocasiones pueda resultar excitante la opción que vemos en estas pelis, no tiene por qué mejorar el sexo oral.
Como comentábamos en el punto anterior: las terminaciones nerviosas del pene se acumulan en el glande, por lo que con el “modo garganta profunda” es muy difícil que se estimule apropiadamente.
Por otro lado, el placer debe ser mutuo. Si te apetece intentar conseguir sexo oral profundo… ¡adelante! Pero si no es así y lo último que quieres es pasarlo mal o atragantarte, usa otras tácticas.
A veces, montarte tus propias películas puede ser incluso más erótico 😜
En la gran pantalla (bueno, o en la pequeña del portátil) es difícil encontrar sexo oral en el que se usen preservativos. En la vida real, salvo que se trate de tu compi de juegos habitual, haya “exclusividad” y os hayáis hecho las pruebas de ITS, es más que recomendable usarlo.
Otro mito de estas películas gira en torno a tragarse el semen. ¿Es bueno? ¿Es malo? ¡Ni bueno ni malo! Tiene pocas calorías y un sabor bastante neutro (este depende de la alimentación, ¡aquí tenemos un artículo estupendo sobre ello! 😊). Empieza por hablarlo antes, para que luego no haya “sorpresas”. Si no tienes confianza con la persona con la que estás, será mejor no hacerlo para no correr posibles riesgos de infecciones.
Juguemos…
Nuestros mejores ingredientes para hacer disfrutar a nuestro compi de juegos van a ser:
👄 Labios: con los que podemos besar, succionar, rozar…
👅 Lengua: con la cual podemos recorrer aquello que nos apetezca y lamer las zonas más erógenas.
🤲🏼 Manos: nos servirán para poder agarrar el pene, acariciar los testículos, el perineo…
1 – Recuerda: ¡No estamos en una película!
Tómate tu tiempo. Inicia el juego como mejor te parezca. Empieza por aproximarte poco a poco, besando y acariciando. Puedes recorrer el abdomen y los muslos, sujetar los testículos… (¡con cuidado! Un mínimo golpe en esta zona puede ser muy doloroso: pasaríais de la excitación al KO técnico en dos segundos).
2 – Usa 17 músculos al mismo tiempo
¿Te parece complicado? Pues los estás moviendo ahora mismo. La lengua los tiene todos. Proporcionalmente, es el órgano más flexible y fuerte, ¡y sin duda el más hábil! Pasa la lengua por los testículos y el tronco del pene. Prueba a mover la lengua rápidamente por los labios del glande, provocarás una sensación muy placentera… 😉
3 – Jugar con las manos
Las manos pueden servir para acariciar el vientre, los muslos… aquello que más os plazca. Si quieres conseguir un extra de excitación, utiliza ambas manos para sujetarle los glúteos a tu compi mientras juegas con la boca. El pene necesita lubricación; y la boca, a diferencia de otras partes del cuerpo, tiene su propio lubricante: la saliva. Si necesitas un extra, podéis añadir al juego lubricantes con sabores 😉 Empieza a masajear el pene de arriba abajo, con firmeza, pero con suavidad… ¡Y si tienes dudas sobre la presión, pregunta!
4 – Con cuidado
Si vas a usar preservativo (algo muy recomendable) utiliza el momento para ponerlo lentamente. Con algo de práctica es posible desenrollarlo con la boca… ¡al menos en parte! Si no te gusta demasiado la idea, recuerda que los hay con sabores más apetecibles (¡el látex no es precisamente un coulant de chocolate!).
5 – A por él…
Lleva el pene a la boca; succiona levemente, subiendo y bajando tu cabeza; y acompaña el movimiento con la mano, sujetando el tronco. Sigue un ritmo progresivo. Empieza lentamente y ve incrementando la velocidad. Haz pequeños parones para recrearte, besar… ¡y que el clímax no llegue demasiado rápido!
6 – ¡Unos últimos consejos!
Si consigues succionar y usar la lengua al mismo tiempo (no es fácil, pero es posible), conseguirás nuevas sensaciones para tu compi de juegos.
Dependiendo de la anchura, ¡ojo con los dientes! Ten cuidado: aunque puede haber personas a las que les guste “un toque salvaje”, no suele ser muy agradable. Es preferible quedarse arriba que intentar bajar a toda costa.
Si ya cuentas con el acuerdo y la destreza suficiente, anímate a introducir un dedo en el ano de tu compi de juegos… ¡Puede ser de lo más placentero!
Un buen truco, si tu compi está muy excitadx y queréis estar algo más de tiempo sin llegar al orgasmo, es tirar con suavidad de los testículos hacia abajo (sí, funciona).
Quizá hayas oído hablar de soplar para retrasar el orgasmo. ¡Olvídalo! No es una buena idea, puede traer infecciones.
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¿Qué te han parecido nuestros consejos?
Recuerda que siempre puedes contarnos tus propias experiencias para que, entre todxs, sigamos aprendiendo nuevos trucos… 😊
El momento que tanto esperabas ha llegado. ¡Has tenido a tu bebé! Seguro que fue un momento maravilloso que trajo ...
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El momento que tanto esperabas ha llegado. ¡Has tenido a tu bebé! Seguro que fue un momento maravilloso que trajo grandes cambios a tu vida. Y no es para menos, ¡has traído una vida al mundo!
Todxs lo son 😍
Pues bien, después de este subidón de alegría es posible que, por momentos, experimentes algo de agobio: las nuevas responsabilidades, los cambios de horarios, tu nuevo rol, cosas nuevas a las que te enfrentas… Quizás también te sientas exhaustx y no te atrevas a decirlo abiertamente.
Esta lista de quéhaceres es interminable... 😱
Y es que, depende del momento o de la gente, un debate sobre la maternidad puede ser aún peor que uno de política. Cada persona tiene su opinión al respecto, tengan peques o no.
Si entramos más en detalle, quizá uno de los motivos por los que te sientes un poco rarx son los cambios que se han producido en tu cuerpo (¡y no es para menos!). Es normal que haya estos cambios; al final, la naturaleza es sabia y para poder crear vida tiene que hacer algunos ajustes.
Date tiempo; de tu cuerpo ha salido un ser humano, que no es baladí 😊
Además de estos cambios físicos, puede ser que hayas notado otros cambios internos. ¡Nadie te habló de los “efectos secundarios”!
Quizás sientas más cansancio, tu libido haya bajado, no te sientas segurx de tu cuerpo o simplemente tengas cambios de humor producidos por el estrés del cambio y por algunas hormonas que hacen de las suyas.
Hoy te traemos algunos consejos para que, poco a poco, puedas re-erotizarte y vuelvas a disfrutar de ti mismx y de tu relación de pareja. ¿Estás listx?
¡NO me apetece!
¿Te apetece lo mismo tener sexo que ir al dentista? A muchas personas les pasa. Incluso lxs especialistas desaconsejan el sexo vaginal durante al menos un mes y medio tras el parto.
Con consejos o sin ellos, es más que lógico que tampoco estés por la labor. ¡Imagínate! Con la producción de leche se libera oxitocina, la misma hormona que se genera tras un buen orgasmo (¡la llaman “hormona del amor”!). Así que, también a nivel químico, tu peque será tu prioridad.
👶🏽👧🏻❤️
Además, es posible que vivas un simulacro de menopausia: te bajarán los estrógenos y te subirá la prolactina, por lo que a la falta de deseo se le sumará la escasez de elasticidad en la vagina. Pero, esto es temporal. ¡Paciencia!
Así que, si te apetece poco (o nada) disfrutar del sexo, no pienses que te has hecho mayor o que la libido no volverá… Es solo un periodo de convalecencia. ¡El reposo de lxs guerrerxs!
Superwoman, ha habido cambios
La vida real no incluye el filtro Valencia ni modos de belleza. ¡Esto no es Instagram! Como dijimos antes, es normal que haya cambios (unos más grandes que otros), pero es que, traer una vida al mundo es lo que tiene, ¡que es trascendental!
"He traído una vida al mundo. ¿Cuál es tu súper poder?" 🚀
¿Sientes hinchazón? ¿Tienes estrías? ¿Te invade el agotamiento? ¿Retienes líquidos? ¡Todo normal! Entre el esfuerzo del parto en sí mismo, las hormonas, los cambios físicos y las horas de dedicación… Ahora tienes un trabajo full-time con un buen recorte en las horas de sueño.
Has vivido un montón de cambios tanto en el interior como en tu exterior. Tus células han trabajado horas extra durante muchos meses, ¡lo habitual es que todo este esfuerzo te pase factura!
Estas son tus células durante los 9 meses de embarazo y, como en el deporte, el esfuerzo tiene su recompensa 🥳
Aunque a veces casi te veas en la obligación de “salvar el mundo”; ahora eres Superwoman, pero rodeada de kriptonita.
¡Tips para recuperar tu vida sexual!
Hablando se entienden los partos
Como en todo, la comunicación es básica. Si tienes compi de juegos habitual, antes de nada, explícale la situación y que no queden dudas: “Me apetecería mucho, pero ahora mismo me siento como si hubiese corrido tres maratones cuesta arriba”.
Hay pocos “No eres tú, soy yo” más justificados que este. Nuestro primer consejo es que te estreses lo justo y te comuniques. Verás que contar cómo te sientes te quitará un peso de encima. ¡Esto pasará pronto! No te preocupes.
A veces estamos bien y a veces mal. Y no pasa nada 💖
Estadísticamente, aunque resulte chocante, la vida sexual suele ser mejor tras tener bebés (aunque ahora no lo veas así…).
Haz las paces (contigo)
Empieza por quererte de nuevo. Es habitual sentirse “en guerra” con el propio cuerpo. Hacer las paces con tu propia imagen será fundamental para volver a disfrutar del sexo… ¡La autoestima se retroalimenta!
Muchas estrías se van con el tiempo, pero si no pasa, no eres ni la primera ni la última persona en tenerlas. El tono muscular se irá recuperando y cada cosa volverá, poco a poco, a su sitio. Habrá algunos cambios (y quizá algunas cicatrices), pero forman parte de la vida.
El souvenir del embarazo que te recuerda lo mágico que es tu cuerpo ✨
Y es que son como pequeños tatuajes de momentos importantes, marcas de recuerdos. Aprende a aceptarlos —e incluso a quererlos— poco a poco.
Si te encuentras con el ánimo muy bajo y empiezas a sentirte con pocas ganas de hacer nada, acude a alguien profesional para que te eche una mano. ¡No estás solx! Las depresiones postparto suelen ser pasajeras y son bastante habituales.
Los problemas hay que afrontarlos, ¡que no te impongan “la felicidad del parto”!
El principio del sexo
No te vamos a engañar. Puede que no estés tan en forma como para darle la vuelta al Kamasutra. Recuerda que es una buena idea acudir a especialistas en sexología o fisiosexología para que te acompañen y asesoren durante la recuperación.
Tómatelo con calma y comienza con estimulaciones exteriores. Empieza por jugar con tu clítoris y recupera sensaciones poco a poco. Primero tú a solas (quizá con nuestros juguetitos…) y después en “modo equipo” con tu compi de juegos y sexo oral. ¡No olvides que siempre puedes ayudarte con lubricación extra!
Puedes probar con Diva, perfecto para el primer sexo postparto. No solo te permitirá disfrutar de los primeros orgasmos, sino que también te servirá para relajar cualquier zona muscular algo cargada. Perfecto, ¿no?
Cuando quieras jugar con juguetes que no sean para bebés... 😉 VER MÁS ❯
También puedes usar al pequeño y manejable vibrador Ivo o a Lolita, a la que sacarás todo su partido más adelante, cuando te encuentres en forma y quieras y puedas estimularte vaginalmente. ¡Un dos en uno! 😉
Al principio, sobre todo con la penetración, es posible que disfrutes poco, que el sexo no sea agradable o que incluso quizás duela. Si es así, ¡para, date tiempo y no fuerces! Recuerda que la lubricación es fundamental. Mejor aún si utilizas algún lubricante como Lubrín, que además es antinflamatorio.
Lo primero es lo primero😜 VER MÁS ❯
Como primer vibrador vaginal postparto (es decir, para introducirlo dentro de la vagina), recomendamos a Lu. Es liso y manejable, características importantes para que vayas estimulando la zona poco a poco, sin molestias. Además, se calienta hasta 39 º, una sensación que seguro que te da aún más gustirrinín.
Si sufriste algún corte o tuviste una cesárea, podrá pasar incluso más tiempo antes de que termine de sanar. Pero seguro que has pasado otros momentos mucho peores y los has superado, ¿verdad?
Aunque no creemos en el concepto de preliminares, el periodo de convalecencia será como un preliminar obligatorio de larga duración 😉
¡Muchos cambios físicos!
Ha sido un esfuerzo tremendo. ¿Cómo no va a haber cambios? El útero, por ejemplo, tardará aún dos meses en volver a ser lo que era. El suelo pélvico cambia tras el embarazo, la cadera se ensancha, los pechos pueden gotear leche… ¡Pero siempre hay un remedio para mejorar nuestra vida sexual!
Eres más fuerte de lo que imaginas ❤️
Los ejercicios Kegel son específicos para el suelo pélvico. Aunque tenemos la suerte de vivir en el siglo XXI y hay decenas de tutoriales por internet, siempre te recomendamos el asesoramiento de profesionales (ya sea en fisiosexología o fisioterapia del suelo pélvico) que adapten un plan de entreno a medida, solo para ti. ¡Y si ya tienes afición al pilates, podrás adaptar los ejercicios para potenciar la pelvis!
Te será de gran ayuda empezar con unas bolas chinas, como las Ada Trio, para recuperar poco a poco el tono muscular (cuando el músculo está en reposo) después del parto. Eso sí, es recomendable no usarlas hasta después de la cuarentena y a ser posible bajo supervisión de profesionales.
Nuestro tridente ganador sí es 🔱 VER MÁS ❯
Las bolas chinas consisten en una bola de silicona cuyo interior contiene una bolita de metal que, al chocar con las paredes de la primera, vibra. ¡Esa vibración estimula los nervios y músculos pélvicos que trabajan sin que te des cuenta!
Más tarde, cuando te vayas recuperando podrías pasar a las pesas vaginales. ¡Te vendrá muy bien Mel! La diferencia entre las bolas chinas y las pesas vaginales, como Mel, es que estas últimas no vibran. De hecho, el objetivo consiste en hacer un esfuerzo activo para mantenerlas en su sitio, ya que tenderán a caer por la gravedad.
Mira si eres fuerte que puedes vencer hasta la gravedad. ¿Cómo te quedas?
Cambiando completamente de tema: hablemos sobre la estimulación de los pechos tras el embarazo. El goteo de leche no debería ser un problema, siempre puedes soltar “lastre” antes de practicar sexo. Una ventaja de la lactancia es que, a la larga, los pezones se terminan volviendo menos sensibles y permiten otro tipo de juegos… 😉
La nueva anormalidad
Ya te has recuperado físicamente, pero hay alguien más en tu vida. ¡Cuando tienes peques, nada vuelve a ser lo mismo! Puede ser que sientas que tu vida es más caótica, con más imprevistos y cambios; esto no significa que sea peor, solo será diferente. Por mucho que intentes convencerte de que volverás a “la normalidad”, esta no llegará…
Tendrás que aprender a aprovechar de otro modo las horas, a sacar partido a las tardes de siesta y a programar momentos especiales para ti y tu compi de juegos. Deberás disfrutar de los instantes de caos y también te tocará buscar orden para disfrutar del sexo.
Si hacemos la lectura correcta, todas las situaciones de la vida pueden convertirse en una oportunidad 💖
La nueva “anormalidad” de tu vida puede ser muy divertida, ¡incluso mejor que tu antigua vida! Un poco de imaginación y muchas ganas para redescubrirte y también encontrar nuevos juegos para disfrutar.
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Porque… ¿quién dijo que los cambios no podían ser para bien? 😊